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LENGUAJE Y COMUNICACIÓN

GÉNEROS PERIODÍSTICOS

La noticia y los géneros periodísticos de información.

La prensa.

Es el más antiguo de los medios de comunicación. El término prensa incluye todas las publicaciones impresas que aparecen con una cierta periodicidad (diarios, revistas...).

En los diarios o periódicos la información aparece ordenada, dividida en secciones según los temas: internacional, nacional, opinión, cartas al director, sociedad, cultura, espectáculos, sucesos, deportes, programación de radio y televisión, pasatiempos, anuncios, el tiempo...

Los géneros periodísticos.

1 De información: la noticia, la crónica, el reportaje, la entrevista.
2 De opinión: el artículo, la columna, el editorial, cartas al director.

De todas formas, lo corriente es que en algunos de ellos se mezcle información y opinión.

La noticia.

Es un relato breve que informa sobre algún acontecimiento que despierta el interés del público.

Valor de una noticia .

Depende de los siguientes centros de interés:

1 La actualidad. Los acontecimientos relatados han de ser recientes.
2 La resonancia pública. A la gente le interesan las noticias relacionadas con personajes famosos o importantes.
3 La cercanía. Los hechos que pueden afectar más de cerca al lector.
4 Lo raro, insólito y sorprendente.
5 Las consecuencias que puede tener.
6 El interés humano. Lo que puede emocionar al lector.
7 Lo importante que sea para el progreso de la humanidad.

La redacción de una noticia.

Para que una noticia esté completa ha de dar respuesta a las siguientes preguntas:

1 Quién ha protagonizado el suceso.
2 Qué ha sucedido.
3 Cuándo ha sucedido.
4 Dónde ha sucedido.
5 Por qué ha sucedido.
6 Cómo ha sucedido.

Estructura de una noticia.

Consta de tres partes:

1 Titular. Resume la información. Debe atraer la atención. Ha de ser breve.
2. Entrada. Suele ser el primer párrafo. Incluye las informaciones esenciales. Puede redactarse con letra diferente.
3. Cuerpo. Resto de los detalles de la noticia.

 

El País

Lunes, 25 de octubre de 1999

Un grupo de 'cabezas rapadas' mata a golpes y prende fuego a un mendigo en Bilbao

La víctima fue atacada mientras dormía junto a las vías del tren en el barrio de Basurto

ISABEL CAMACHO, Bilbao

Un grupo de jóvenes cabezas rapadas golpeó y después prendió fuego, poco antes de la media noche del sábado, a un indigente que dormía junto a las vías del tren en el barrio bilbaíno de Basurto bajo la autopista A-8 (Bilbao-Behobia) y que falleció en el brutal ataque. La Ertzaintza, que investiga el crimen, centra sus pesquisas en identificar al menos a cuatro jóvenes, dos de ellos con la cabeza afeitada, que fueron vistos por los vecinos cuando emprendían la huida. El mendigo, cuyos datos se desconocen, es de mediana edad y de raza blanca. Desde hacía días pasaba las noches bajo la protección del puente.

EJERCICIO

1 Distingue el titular, la entrada y el cuerpo de esta noticia.
2 Aplica las seis preguntas a la noticia (Quién—Qué—Cuándo—Dónde—Por qué—Cómo).
3 ¿Qué centro o centros de interés presenta esta noticia? ¿Crees personalmente que el caso merece interés? ¿Por qué? ¿Qué piensas de estos comportamientos?

 

La crónica.

Es una noticia ampliada y elaborada. En la crónica se cuentan los hechos y, al mismo tiempo, se valoran e interpretan. El cronista amplía la noticia con los datos de primera mano de que dispone, por haber sido testigo de los hechos o por haberse desplazado al lugar donde éstos han ocurrido. Puede incluir también declaraciones de testigos presenciales. Por tanto es un género que combina la información con la opinión.

(Ampliación de la noticia anterior...)

Doce horas después del asesinato, una humareda marcaba el lugar donde poco antes de la medianoche del sábado varios jóvenes skin-heads propinaron una paliza y rociaron con líquido inflamable a un mendigo que dormía junto a las vías de la línea Bilbao-Santander.

El humo se alzaba a través del muro de protección que separa las vías ferroviarias de la calle. Procedía de los restos de una manta y varios trapos que el indigente utilizaba para protegerse. "Lleva toda la noche. Es como si el fuego se negara a apagarse", comenta un ertzaina que protege la zona. Junto a los rescoldos, las otras pertenencias del indigente, una bolsa de plástico vacía y una naranja.

Un vecino que fumaba un cigarro en la ventana de su casa en la calle Basurto Geltokia, frente a las vías, avisó telefónicamente a la Ertzaintza a las doce menos diez de la noche del sábado. Desde su ventana oía gritos de socorro. Estaban golpeado a una persona, un mendigo de los que suelen dormir bajo el puente.

Cuando la patrulla de la policía autónoma llegó poco después, ya sólo encontró el cuerpo calcinado del indigente. Todavía desprendía humo. El juez de guardia ordenó el levantamiento del cadáver a las 2.00 y fue trasladado al Hospital de Basurto, en las proximidades del lugar, para que se le practicara la autopsia. Ayer se investigaba su identidad.

"Mi mujer, Flori, y su amiga conocían de vista a la víctima. Era un hombre de mediana edad, blanco, que solía arrastrar siempre alguna bolsa consigo. Pedía ayuda y a veces le daban un bocadillo. No molestaba a nadie", explica indignado Vitoriano, vecino de la zona. La noche del suceso, como todas, sacó a pasear a su perro, de raza pointer. Salió a las once y a las dos de la mañana, pero no oyó nada. "Es la leche. Me pregunto si esa gente que le mató podrá dormir después de lo que ha hecho. Es una barbaridad", murmura incrédulo.

Trataron de socorrerle

Un grupo de hombres que reside en el barrio de Basurto comenta estupefacto el asesinato cometido tan cerca de sus casas. "Lees estas cosas en los periódicos, pero nunca crees que pueda suceder a la vuelta de la esquina. Espero que cojan pronto a los culpables. ¿Cómo se puede matar a alguien porque es un vagabundo? No molestan a nadie", aseguran casi al unísono.

En la calle, frente a la estación, hay cerca de media docena de bares. En la noche del sábado todos cerraron hacia las once de la noche, cuando terminó la retransmisión por ETB del partido de fútbol Barcelona-Athletic de Bilbao. "No nos enteramos de nada. Hasta esa hora había bastante gente, pero luego cerramos y esto quedó vacío", resalta el propietario del bar Suárez.

Quien sí parece que vio, e incluso trató de socorrer a la víctima, fue un viandante. Esta persona caminó por la vía del tren hasta llegar al lugar de donde procedía el humo, bajo un gran pilar del puente. Allí se topó con el cuerpo del mendigo todavía en llamas, pero no pudo hacer nada por salvar su vida.

La Ertzaintza confirmó ayer que algunos testigos vieron huir al menos a cuatro jóvenes, dos de ellos con la cabeza rapada y uno con pelo largo. "Aunque no se puede asegurar hasta que se cierre la investigación, todo apunta a que el crimen es obra de un grupo de jóvenes skin heads. Ésta es una zona muy marginal a la que acuden toxicómanos y vagabundos. Nadie se mete en las vías a pasear", asevera un responsable de la Ertzaintza.

Jeringuillas y basura

El sitio donde dormía el vagabundo cuando le prendieron fuego está al abrigo de las miradas y de la lluvia. Sólo el ruido del tren de la compañía Feve rompe el silencio. Las vías ferroviarias están separadas de la calle por un muro alto de protección. Al otro lado, el monte. Por arriba circula la autopista A-8 (Bilbao-Behobia).

Los gigantescos pilares que sustentan el puente sirven de cielo protector a algunos vagabundos. Los toxicómanos también eligen el lugar para inyectarse. Restos de jeringuillas recordaban ayer su paso. Para acceder hay que recorrer varias decenas de metros desde la estación de Basurto o saltar por una de las entradas laterales.

A unos doscientos de metros se divisa el nuevo albergue de Elejabarri, que acoge desde julio pasado a indigentes transeúntes. Durante los tres meses que lleva abierto han pasado por sus dependencias 644. 147 necesitados del País Vasco y 290 del resto de España. El pasado 2 de octubre una mujer que pernoctaba en el centro fue violada por tres hombres que también se hospedaban allí.

Sin embargo, algunos sin techo eligen dormir al raso. Como el último asesinado el sábado. En una pintada premonitoria, a varios metros de donde murió, se leía ayer: "Muerte".

 

El reportaje.

El reportaje es más amplio que la noticia y no está necesariamente ligado a la actualidad inmediata: algo que hace tiempo fue noticia puede servir de tema para un reportaje posterior. Para elaborar un buen reportaje es necesaria una información exhaustiva. El reportero debe conocer los antecedentes y las consecuencias del hecho.

 

ACTIVIDADES

1 Debate en clase sobre actitudes violentas y racistas de algunos jóvenes.
2 Redacción sobre el mismo tema. Pueden servir de apoyo las ideas expuestas en el debate.

La entrevista.

Recoge el diálogo entre un periodista y una persona cuyas opiniones pueden resultar interesantes. Las hay de dos clases:

1 Informativa o de investigación: el periodista solicita a una persona datos u opiniones sobre un tema. Los datos aportados se llaman declaraciones.
2 De personalidad: el entrevistado habla sobre su persona, sobre su posición ante temas generales como la vida , muerte, el arte, etc.

El artículo.

Expresa la opinión de un periodista sobre un tema concreto, valorado y analizado según su punto de vista. El autor puede ser un colaborador fijo u ocasional del periódico y firma el artículo.No tiene limitación en cuanto al tema o su extensión: el periodista tiene libertad para hablar de lo que quiera como quiera (al menos, en teoría).

 

La ingeniería genética incrementará el hambre

XAVIER PASTOR

El artículo de Norman Borlaug que el pasado domingo publicaba EL PAÍS sólo puede calificarse de total desfachatez o de desinformación interesada, además de estar repleto de falsedades. En él, aparte de hacer una encendida defensa del uso de plaguicidas y de cultivos transgénicos, acusaba a los "ecologistas extremistas" de impedir erradicar el hambre en el mundo.

Borlaug ignora de forma consciente que los países más opuestos a los cultivos transgénicos son precisamente los países pobres, como los africanos. Recuérdese, por ejemplo, la propuesta contra ese tipo de cultivos presentada a la ONU por parte de todos los países de ese continente. El artículo de ese promotor de los transgénicos oculta también que donde mayores manifestaciones y reacciones entre agricultores se han producido ha sido en países como India o Bangladesh y que los países que más apuestan por el desarrollo de esta destructiva forma de agricultura son naciones como Estados Unidos o Canadá, actuando en defensa de los intereses de sus poderosas multinacionales agroquímicas. Un sencillo seguimiento de lo que han sido las negociaciones internacionales bajo los auspicios de Naciones Unidas, concretadas en el Protocolo de Bioseguridad, sería más que suficiente para comprobar qué países siguen las tesis del Borlaug y cuáles no. ¿Sería el señor Borlaug capaz de afirmar en la India, frente a las viudas de los agricultores que se han suicidado o a las mujeres de Karnataka que han destruido los campos de cultivos transgénicos que esas personas son simplemente un puñado de ecologistas ricos y radicales?

Es igualmente sorprendente escuchar argumentos tan trasnochados como la defensa feroz de una supuesta revolución verde basada en el uso masivo de venenos agrícolas, cuando unas pocas páginas antes el mismo periódico daba la noticia de que en Perú han muerto 24 niños y otros más se encuentran graves por consumir alimentos tratados con los plaguicidas que tanto defiende Borlaug. Ésas son sólo las últimas víctimas. O lo eran la semana pasada.

No se puede calificar más que de ignorancia interesada que a estas alturas alguien todavía crea, como pretende hacerlo Borlaug, que el problema del hambre es tecnológico. Se sabe perfectamente que en el mundo hay alimentos suficientes para alimentar a todos sus habitantes varias veces. Sólo con la producción actual de grano mundial sería suficiente para que cada ser humano de este planeta tuviese una dieta diaria de 3.500 calorías. Esto, sin tener en cuenta ni la ganadería, ni la pesca, ni la caza ni -tan siquiera- otros cultivos como verduras, hortalizas, legumbres, frutas, etcétera. Nada más tenemos que mirar a Europa, donde agricultores y ganaderos son multados por producir más de la cuenta y a los que se pagan enormes subvenciones para que abandonen los campos de cultivo.

Muchos de los países más pobres del planeta exportan la mayoría de su producción. En la India, donde unos 200 millones de personas pasan hambre, sus exportaciones de trigo y arroz alcanzan los 300.000 millones de pesetas anuales. Ya en los años setenta, 34 de los países más pobres del mundo y con mayores problemas de hambre y desnutrición exportaban alimentos a EE UU. Además, casi el 80% de los niños con desnutrición están en países con excedentes agrícolas.

La revolución agrícola de la que tan orgulloso se siente Norman Borlaug no ha servido para mitigar ninguno de los problemas que prometía solucionar. En menos de 50 años, las diferencias entre países ricos y pobres se han disparado; unas 35.000 personas mueren al día de hambre, 1.500 millones de personas tienen graves problemas de desnutrición y unos 3.000 millones de personas viven con unos ingresos de menos de 100.000 pesetas al año; las zonas cultivables están disminuyendo por la erosión y agotamiento producidos por la agricultura intensiva; la mayoría de los suelos, acuíferos y organismos vivos del planeta están contaminados por el abusivo uso de sustancias tóxicas (cada año hay 25 millones de personas afectadas y 220.000 muertes); los daños de las plagas casi se han duplicado y centenares de insectos y malas hierbas se han hecho resistentes a la mayoría de los productos fitosanitarios utilizados en agricultura.

En algunos países del Sahel africano diversas cosechas han disminuido un 90% y sus importaciones y endeudamiento se incrementan cada año cerca de un 8% anual; 82 países, la mitad de ellos en África, ya no pueden producir ni importar el alimento necesario para su población. Es este panorama el que la nueva revolución agrícola de los transgénicos quiere exacerbar.

Pero, además, Borlaug miente y falsea datos. Decir que los cultivos transgénicos reducen el uso de productos tóxicos e incrementan las cosechas es del todo inaceptable. Incluso el Gobierno estadounidense ha reconocido que los cultivos transgénicos ni producen más ni reducen el uso de plaguicidas. En sólo un año, a pesar de que el cultivo de transgénicos en EE UU se ha incrementado un 145%, la producción no ha aumentado y el uso de plaguicidas no sólo no ha descendido, sino que se ha aumentado en más de un 1%.

Por ejemplo, la soja transgénica produce como media un 4% menos que la convencional y utiliza hasta el doble de herbicidas por hectárea. Los estudios están disponibles en las propias hojas oficiales del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, o en los distintos estudios realizados por investigadores de las universidades de Maine, Misisipí, etcétera.

Es normal que un tecno-fanático como Norman Borlaug, con la pérdida de tantas vidas humanas y desastres sobre su conciencia, intente echar balones fuera, pero le daría cierta dignidad salir de su palacio de cristal, echar un vistazo al mundo y empezar a hacer autocrítica en lugar de defender a las poderosas multinacionales agroquímicas.

Si escuchara un poco se daría cuenta de que muchos de los países más pobres del mundo ya ni siquiera piden ayuda. Tan sólo, que les dejen en paz.

El País, 1 de noviembre de 1999

 

La columna.

Es un espacio fijo reservado a un periodista o colaborador. Suele ser más breve y concentrada que el artículo porque se tiene que ceñir a ese espacio fijo.

 

País...

Las pateras llegan en caravana a las playas canarias, y la preocupación de los medios estatales es la crisis del Real Madrid. Bruselas se cierra en banda para negociar con Marruecos en perjuicio de Canarias y la noticia es que Cayetana Martínez de Irujo no iba bien vestida cuando salió de la maternidad. En Tarfaya van a construir una central nuclear que nos toca de lleno y la gran preocupación es que la hija de Rocío Jurado se ha separado de su marido. Canarias es para los medios peninsulares una gran playa donde se celebran cada invierno unos carnavales, y lo más triste es que acabaremos creyéndolo nosotros, embobados con tanta hora inútil de televisión rosa, con tanta liga de campeones y tanta morralla desinformadora. El Valencia ganó en Glasgow, una duquesa se ha fugado con un torero y se rumorea que aquel cantante tan sexy, capricho de quinceañeras, es homosexual. ¿Cómo podremos sobrevivir sin Mar Flores en las portadas de las revistas? Verdaderamente este país es una m... aravilla.

José Emilio González Déniz

(En Canarias7, el 1 de noviembre de 1999)

 

El editorial.

Es un artículo en el que se expresa la opinión de la redacción del periódico sobre un tema de actualidad de acuerdo con su línea ideológica, por lo que no va firmado. Ocupa un lugar destacado, siempre el mismo, en las páginas del diario.

 

Jornada escolar

LA REBELIÓN que ha estallado en Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz (Madrid), donde una parte significativa de sus 21.000 alumnos, padres y profesores han tomado los colegios y a menudo las calles para exigir la jornada escolar continua (clases sólo de mañana), ha puesto en apuros al Gobierno de Ruiz-Gallardón. Éste se ha visto obligado a salir a la palestra para intentar controlar un fuego cuyas brasas provienen de la irresponsable alegría con la que manejó el asunto la anterior ministra de Educación, Esperanza Aguirre. Al ofrecer hace un año y medio a los sindicatos de profesores la posibilidad del cambio de jornada, la ahora presidenta del Senado se inventó una solución para un problema inexistente.

En el manual de instrucciones de cualquier análisis sobre la jornada lectiva hay dos reglas: el cambio es unidireccional, sin camino de regreso (no se conocen tránsitos de la jornada continua a la partida) y es contagioso: allá donde se implanta se expande, con el apoyo de los padres o sin él. A falta de estudios integrales sobre sus efectos, existe un consenso básico sobre algunas cuestiones: la concentración de actividades provoca una caída de rendimiento, los horarios estrechos dificultan la organización escolar, los programas oficiales no incluyen todos los contenidos necesarios; los chicos necesitan los colegios para convivir y no sólo para asistir a clase, y los hijos de familias desestructuradas o desfavorecidas salen beneficiados de la mera permanencia en el centro.

Mientras las administraciones se aplican a estudiar el asunto, como deberían haber hecho hace tiempo, conviene huir de planteamientos angelicales y remitir tan complejo debate a las condiciones reales de la educación en España, caracterizada por unos centros públicos con horarios demasiado ajustados y que tienden a ofrecer menos servicio social, y unos centros privados con amplios horarios y largas listas de actividades complementarias. Sin caer en dogmas ni profecías ideológicas, el panorama no permite ser optimista sobre los efectos de la jornada continua, aparte de la mejora de la calidad de vida de los profesores (bien deseable, pero no a toda costa) y de aquellos padres y madres que así evitarían cuatro viajes al colegio. La enseñanza pública no se beneficiaría gran cosa.

Los gobernantes harían bien en aprovechar la polémica para plantear una prudente reorganización del horario escolar, en la línea de disociar el horario de los funcionarios docentes del de los alumnos, con la consiguiente dotación de recursos humanos, y de ampliar los horarios de apertura de los colegios como forma de avanzar hacia un servicio social amplio, moderno y satisfactorio para los ciudadanos, empezando por los alumnos. Es la línea avanzada por Joaquín Almunia en su programa electoral, y que las comunidades autónomas gobernadas por los socialistas no han puesto en práctica. En todo caso, los gobernantes deberían tentarse la ropa antes de empujar al sistema educativo hacia un modelo de jornada continua que, sin las garantías suficientes, como es el caso, puede acabar con los chicos solos en casa, tumbados en el sofá y viendo telenovelas. Y eso no es educación.

Editorial de El País del 1 de noviembre de 1999.

 

 

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